Molletes.
Repito por si alguien no habla español:
Molletes.
Determinado a empacarme unos deliciosos molletes gratinados, me levanté y con horror descubrí que el horno de la estufa estaba lleno de sartenes, cacerolas, charolas y pantuflas (no pregunten) así que hice lo que cualquier hombre en sus cinco sentidos haría ante la perspectiva de recoger la cocina: Salí y compré un mini horno eléctrico.
Ta dah!
Atrévanse a negar que hubieran hecho lo mismo ¬¬
Y gracias a mi determinación, coraje y entrega, al final logré este resultado:
Un poco de pico de gallo y listo. 2 minutos y medio después eructaba satisfecho.
Moraleja:
Como bien saben, Dios es un ser vengativo y rencoroso (lean el Antiguo Testamento) así que,
molesto conmigo por haber cometido el pecado de Pereza, me castigó como al cíclope
Polifemo (son del mismo cuento ¿no?) con la ceguera.
O a lo mejor nomás soy bien pendejo y me tallé los ojos después de picar chile.
Misterio.
Como bien saben, Dios es un ser vengativo y rencoroso (lean el Antiguo Testamento) así que,
molesto conmigo por haber cometido el pecado de Pereza, me castigó como al cíclope
Polifemo (son del mismo cuento ¿no?) con la ceguera.
O a lo mejor nomás soy bien pendejo y me tallé los ojos después de picar chile.
Misterio.
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