viernes

A 9450 km de tu sonrisa

Podía escuchar mi corazón latiendo, podía escuchar el corazón de todos, podía escuchar el sonido humano que hacíamos ahí sentados, ninguno se movió, ni siquiera cuando el cuarto oscurecio

Primera parte (Ansiedad)

Supongamos que te echo de menos… ¿Volverías? 

Supongamos que…no hay día en que no me acuerde de ti, y cada vez que te pienso tenga que distraerme para poder parar

Supongamos que me atrevo a decirte algo ¿Reaccionarías? crees que merece la pena empeñar mi orgullo 

Que desaparece aquel mes, aquel fin de semana de Septiembre. Supongamos que aquello no acabó conmigo

Supongamos que quiero ir de nuevo a ese bar donde te conocí, eh intentar de nuevo conquistarte a partir de tu primer sonrisa

Y ahora… ahora yo supondré que tú aún no me has olvidado, que no has borrado ni uno solo de los recuerdos que formamos, ni un beso ni una caricia ni un Te amo

Que tu intención no era la de alejarme matándome poco a poco. Que aun queda esperanza, que no la hemos desperdiciado toda


Son las cuatro de la mañana de cualquier día y es tu silencio lo único que ahora me despierta al caer la noche

Es tan difícil conciliar el sueño después de habértelo regalado a ti. A veces pienso en llamarte, o escribirte para que me lo devuelvas. Echo tanto de menos a la persona que solía ser antes de conocerte, antes de convertirme en la mitad de todo, de nada

Sin ti me sobran la mitad de todos mis cigarrillos, los cinco minutos de más después de apagar el despertador, una cucharada doble de azúcar en el café, media botella de butano al ducharme. Me sobra la mitad de la cama, de la almohada, del sillón 

Sin ti las películas las veo enteras y leer antes de cerrar los ojos ha dejado de ser mi estrategia para que me quitaras el libro y siguiéramos con la poesía debajo de las sabanas

Y sin embargo, te fuiste. Y a mí solo me queda suponer que a ti también te sobran las mismas mitades, que tú también echas de menos mis manos cuando tienes frío. Sigo notando tu respiración, tu olor cada minuto, cada segundo

Ojalá decir que te grabaste en mi piel a fuego fuera solo una metáfora más. Ojalá decir que te llevaste mi corazón… no fuese tan real. Lo echo de menos, ¿sabes? echo de menos oírle latir al otro lado de mi pecho, acunarlo por las noches y leerle a Sabines para que agarre el sueño, mi Amor leéle a Sabines, porque solo el sabe describir en verso lo mucho que a ti, tambien te echo de menos






Me caga!!!!!

Es insoportable ya. no existen excusas para seguir, ni pauta alguna para fingir, que no te extraño, que no te amo, si aunque amar ya no signifique nada mas que estar a su lado. Y si es que al verte todas las palabras huyan, cobardes malditas que me dejan desarmado.

Ni valiente ni mártir, simplemente lento que no supe cuando correr a tiempo. Como es posible que yo palabrista experto quede desierto ante tu mirada.

Y no es reproche porque se que aun con ellas a mi lado, todos quedaríamos mudos, ellas no tienen idea de como acomodarse para hacerte justicia y yo... bueno simplemente yo te veo y no pierdo el tiempo con cualquier otra nimiedad, incluso respirar pide atención ante tu presencia y yo...

Yo sigo pensando en que pensar cuando estas frente a mi, es un desperdicio de tiempo, cuando mis ojos piden, exigen y merecen mi completa atención

miércoles

Yo que cambio constantemente

Yo que amé del sol su rayo más rubio 
y tuve mi jarra de agua  tan clara como el dos 
o el cuatro, tan clara 
como el seis o el ocho

Yo que fui ciclón y poeta 
silvestre y enamorado, político y moralista 
que al perro llamaba perro y al hombre injusticia

Yo que fui el más cuerdo  
de los hombres que huelen a lata de cerveza 


ahora,  ahora voy por las calles 
sin amor ni herradura,  más oscuro que el uno 
y el tres y el siete
más errado que la muerte, tan confuso que no acierto 

que al teclear las letras algunas se me olvidan 

o se par ten o di vi den 

o cambian de lugeras 


o desap_rec_n... 




lunes

Del amor al odio

Si acaso una vena de cartón, una estatua ventrílocua o una corbata empujada por el viento, poco más

El amor no me demostró nada

Me volvió un gato con revólver, un flequillo revuelto y desquiciado, una maceta de lirios vulgares
Me dejó cara de teléfono, grano de maíz sombrío, paloma en alas de muletas


Me hizo peor

Del odio no tengo queja. El odio me torna tan mirlo y descansado, apenas lo pruebo en grageas de minuto, que salgo a la calle con ganas de abrazarte (sí, me refiero a ti, la de color morado, no importa que seas berenjena)

Quedense con el Amor y las sagradas rosas que luce en el culo, que yo me quedo con el Odio

Porque el amor tiene límites y el odio no
El amor tiene dudas y el odio no
El amor fracasa y el odio no
El amor es intenso, yo también
pensaba que era más intenso....

Hasta que probé el odio

viernes

Cuantos

Ahora que caminas por las calles con rostro de berenjena
y te crees más feliz que una ardilla con vestido de volantes
y yo estoy solo y te añoro solo y malvivo tan envenenado
que rumio lento y rencoroso cada pelusa de los segundos

permite que perverso te pregunte en cuántos

En cuántos kilómetros de cuerpos tendrás que frotarte
para borrar hasta la última mota insistente de mi recuerdo
en cuántos bares o callejones sucios te entregarás en serie
mientras la luna te baja despacio la cremallera de tu falda

Con hombres que ni el tímpano de mí, que ni el cúbito de mí
con hombres sin vaca de estrellas que ni la pala de mi canoa

En cuántos baños torcidos de fiebre te quitarás las bragas
para olvidar las líneas y betunes perdurables de mis manos
en cuántas playas dejarás que te bronceen la espalda
ante la mirada lasciva de las olas a punto de romperse

Con hombres que te besarán el labio solo y la lengua sola
mientras que yo, niña escorpiona
yo no besaba solamente lo que va de tu lengua al labio
sino tu muñeca curva de escritora mulata y sobredotada

yo besaba tu furia de justicia y tus palabras versimotoras
yo besaba tu huracán de mapas zurdos y zurdas aleaciones,
yo, yo no lamía la mera delicia que sonríe dentro de tu vulva
sino la chica que borracha gritaba rabias y revoluciones,

yo lamía la agitadora que portaba pancartas
yo lamía tu enredadera y tu grano de anís orgulloso
en cuántos despachos nocturnos restregarás tu columna
para acallar a golpes la gramola antigua de mis canciones
en cuántos hostales vacíos ofrecerás tu insensata belleza
para ensuciar con minucia las corbatas que no me puse

con hombres que ni el sépalo de mí, que ni mi eslora
ni mi palo de mesana, con hombres
a los que podría aplastar con una metáfora
y que huirán enloquecidos cuando descubran
mis versos

porque yo, yo no amé tan solo tus espigas de sol
sino también tus espigas de sombra,
Yo no amé tus manzanas de Persia
sino de Persia también tus gusanos

Yo, yo sabía mejor que nadie que las mujeres
que vuelan cien aviones más altas
también dañan como cien aviones

En cuántos pasillos oscuros dejarás tu cuerpo satenado
para extirparme y desaparecerme hasta los raigones,
en cuántos hombros descansarás tus pieles pleamares
para negar lo que te amé y te amaba, lo que te amo,

porque aún te amo, sí, te sigo amando:
y aún espero como una polilla extraviada
a que me vuelvas a encender la luz
cuando te canses de tus

en cuántos