Hoy viaje armado de cigarrillos y un libro a esas calles llenas de recuerdos, con la firme intensión de exorcizar cada paso, cada lugar y cada
recuerdo. Aunque camino por mis días regalando sonrisas a veces me pregunto si
a fuerza de esconder mi propia fragilidad no me la paso simulando mi vida con
una fuerza ficticia y a la vez formando una identidad llena de remiendos y sea el
agotamiento psicológico que a fuerza de un grito me despierte cuando estoy
desprevenido.
Así con todo el valor del mundo me tome un café para
acompañar la lectura, por desgracia o por fortuna la lectura era mas
interesante de lo que pensé y quede embobado leyendo capitulo tras capitulo hasta
que las puertas del café se cerraron. Para no desperdiciar el recorrido me fui
caminando acompañado solo por los arboles y la nostalgia. Termine la noche con
mas dudas que respuestas, increíblemente me di cuenta que aquellos recuerdos habían
perdido su fuerza, lo cual fue genial, lo que no entendí es porque entonces son
capaces de mover mi mundo cuando menos lo espero. Estoy convencido que después de
tanto tiempo eh olvidado lo que es estar solo. De una u otra manera siempre me
he acompañado de caricias, desde las sinceras hasta la mas vánales esas efímeras
propias de una noche de tragos.
Hace años después de una fuerte separación aprendí a vivir
solo, aunque en realidad haciendo memoria no fue un momento tan largo y trascendental
en mi vida, pero fueron días quizá meses en que mi compañía me resultaba
suficiente para reír a carcajadas, para disfrutar un café a la orilla del
parque, o viajar a una ciudad desconocida. Después de eso me acostumbre a la compañía,
ni si quiera lo busque pero llego, en que momento se volvió esencial una mirada
que reflejara mi ser para poder sonreír.
No es que me la pase todos los días con esta nostalgia pero
se que ahí esta. Hace unos días hice un viaje acompañado con amigos, y aunque
su compañía resulto en platicas, risas y momentos entrañables aun asi pude
escaparme para caminar y pensar un poco en mi, en lo que vivo, en lo que vivi y
quiero vivir. Fue ahí donde me di cuenta que esa nostalgia no se ah ido y me
sigo preguntando porque…. Que hara falta para despedirla completamente, creo
que por eso el viaje de hoy, quería saber si saludándola de frente al fin se
sintiera satisfecha y me dijera adiós.