Claro que hay días malos en los que sonreír pareciera atentar contra mis principios, un acto de indignidad autoimpuesta, una mentira tan real que solo le falta una corona para sentirme muerto
Y claro que a veces me quedo sin fuerzas como niño después del juego. me quedo sin ganas como una mañana de burocracia y mierda, me duelo hasta dormirme aferrado a una bala y no sé si es odio o solo tristeza acumulada
pero luego te imagino riendo y se me pasa
Ese es mi truco, esa es tu magia