domingo

Crisis de los 30s… casi

El año pasado fui a 5 bodas……seeeee c.i.n.c.o y realmente me dejo traumado, ah si aparte de tres baby shower, bueno eso de la edad se empieza a sentir más en las venas que nunca. Por si fuera poco hablaba muy seriamente con mi ex de casarnos, en retrospectiva fue algo bastante estúpido pero bueno así eran esos tiempos. Inicia el año y ya fui al primer baby shower y adivinen que, oh si ya hay dos bodas mas planeadas en la primera mitad del año.


Ayer en el baby shower de mi mejor amiga, en medio de un momento cumbaya otra chica saco su frase “es que a nuestra edad ya no podemos ir por la vida de un lugar a otro, hay que asentarnos” a lo cual casi inmediatamente conteste –podemos- tratando de ver a quien había incluido en esa frase. En ese preciso momento me dio el viejaso, inmerso en tantas bodas, bebes y demás patrañas me di cuenta que a lo mejor nunca me case. Y lo digo por decisión propia pero la verdad a veces me entra esa ansiedad de soledad.

En estas semanas realmente me ah dado por aceptar mi soledad, (metafóricamente hablando, que quieren que diga la carne es débil), pero si y como dijera mi escritor favorito ‎"Nacemos solos, vivimos solos, morimos solos. El amor y la amistad únicamente nos crea esa momentánea ilusión de que no lo estamos".

Ya me desilusione de amor, para mí este es una vil dependencia emocional y no gracias yo no quiero eso para mí. Perder la capacidad de ser feliz por uno mismo y depender de otra persona para serlo……. Really.. quien quiere eso. Como casi todo en mi vida puede que con el tiempo me termine tragando mis palabras. Pero ahorita no quiero asentarme, no quiero aferrarme a nadie que después no quiera aferrarse ami. Quiero viajar quiero vivir, y a la chingada la edad

viernes

UN DOMINGO CUALQUIERA

Hoy en la mañana desperté, como la mayoría de las veces, abriendo los ojos (el resto del tiempo despierto entre gritos de terror, pero eso no viene al caso en este momento). Después, como de costumbre, revisé rápidamente que estuviera en mi casa, en mi cama y con los calzones puestos. Inmediatamente después, al igual que una gorda llena unos mallones, un solo pensamiento llenó mi mente:

Molletes.

Repito por si alguien no habla español:

Molletes.

Determinado a empacarme unos deliciosos molletes gratinados, me levanté y con horror descubrí que el horno de la estufa estaba lleno de sartenes, cacerolas, charolas y pantuflas (no pregunten) así que hice lo que cualquier hombre en sus cinco sentidos haría ante la perspectiva de recoger la cocina: Salí y compré un mini horno eléctrico.


Ta dah!

Atrévanse a negar que hubieran hecho lo mismo ¬¬

Y gracias a mi determinación, coraje y entrega, al final logré este resultado:
Un poco de pico de gallo y listo. 2 minutos y medio después eructaba satisfecho.

Moraleja:

Como bien saben, Dios es un ser vengativo y rencoroso (lean el Antiguo Testamento) así que,
molesto conmigo por haber cometido el pecado de Pereza, me castigó como al cíclope


Polifemo (son del mismo cuento ¿no?) con la ceguera.
O a lo mejor nomás soy bien pendejo y me tallé los ojos después de picar chile.

Misterio.

domingo

y ya para no pensarte

Lo malo de ser filósofo es que cuando alguien te explica algo ya sabes que sea lo que sea, es una mentira. y a ver, arréglate con eso.

(y aún leyendo eso decido escribir)

Me siento con cautela en la orilla de la cama y enciendo un cigarro, acomodo una palabra tras otra sobre el borde de la ventana para que no vayan a matar a ninguna de las que desfilan debajo de mis pies rumbo a no sé quién. Me gustaría que dentro de un tiempo indeterminado me recuerdes como inexacto y carente de elegancia en los detalles que conspiran en mi mente y que escapan sin discreción hacia tu bandeja de entrada.

(y aún así me decido a negociar con tus deseos)

Me haces superlativar aunque eso no exista y aunque ni yo me entienda en otro momento que no sea cuando despierto y espero mi mail de las nueve (que siempre llega tarde y a veces se vuelve en el mail de las diez). Yo también soy adicto a las mariposas, aunque no lo diga para no desequilibrar.

(la palabra equilibrio, me dijeron, sólo suena a todo el desequilibrio que lo rodea)

Entonces me contengo y me trago mis cuentos de mandarinas y trompetas, de calles nevadas y domingos eternos de películas verdes en los que todos son buenos y no hay caseras que nos molestan los días 2 de cada mes.

Y te veo (aún sin verte) y te quiero (sin quererte) y te espero (sin esperarte) y te canto (sin cantarte) y te digo todo lo que no debo (sin hablarte)